REUNIÓN
Y VISITA DEL ARZOBISPO
Gracias
a la mediación de José Orona, el día 29 de agosto,
el nuevo arzobispo de Zaragoza Don Manuel Ureña, asistido por
el recién nombrado vicario de asuntos económicos, Don
Pedro María Sánchez recibió al presidente de la
Asociación, Manuel Siurana, que estuvo acompañado por
David Marta y el propio José Orona.
La
reunión con el arzobispado resultó muy fructífera
y don Manuel Ureña comprometió su palabra para hacer posible
la reconstrucción del tramo derruido y la regeneración
de la iglesia parroquial, para lo que la Diócesis de Zaragoza
aportará el 25 % del coste total. Además se aprovechó
la ocasión para entregar a Señor Arzobispo un dossier
sobre la Fundación que está impulsando esta Asociación
y otro sobre el VII Centenario de la adscripción de los pueblos
de la Peña de Aznar Lagañilla al arzobispado de Zaragoza.
Así
mismo, el arzobispo manifestó su interés en acudir a Valderrobres
de inmediato para ver la iglesia. Lo cual adquiere un valor especial
teniendo en cuenta que en estos momentos nuestro arzobispo compagina
la dirección de la diócesis cesaraugustana con su anterior
destino en Murcia, por lo que su interés es doblemente de agradecer
La
visita del arzobispo se celebró el sábado, día
17 de septiembre por la tarde. A las 19 horas llegó desde Zaragoza,
dirigiéndose al templo donde fue recibido por las autoridades
locales y los miembros de la Asociación Cultural Repavalde. Acto
seguido, Manuel Siurana le mostró la el templo, deteniéndose
básicamente en el tramo derruido y en la antigua tribuna del
arzobispo, explicando los elementos artísticos más significativos
y las obras que se han de llevar a cabo.
Tras
dialogar distendidamente con los feligreses y atender a los medios de
comunicación, Don Manuel Ureña celebró una solemne
Eucaristía, acompañado por 7 presbíteros.
La
homilía del arzobispo se dividió en dos partes. En la
primera comentó ampliamente en Evangelio del día, usando
el castellano como forma de expresión. Pero en la segunda, con
su lengua materna, el valenciano, se dirigió a todos los presentes
incidiendo en el valor artístico de la iglesia parroquial y en
la necesidad de afrontar su reconstrucción, a la que comprometió
a la Diócesis y a todos los fieles de Valderrobres, que quedaron
gratamente sorprendidos de la cordialidad y proximidad mostrada por
el arzobispo.
Finalizada
la Eucaristía y tras un breve recorrido por nuestras calles,
Repavalde agasajó al arzobispo y a las autoridades con una cena
en la que en un ambiente de gran fraternidad, entre otros, de siguieron
tratando temas relacionados con la reconstrucción de nuestro
templo.
Tras la cena, el arzobispo se dirigió de nuevo a Zaragoza.